La otra carta

Año 2014.

 

IKEA lanza una campaña publicitaria en Navidad que, al menos a mi, me encantó. ¿La recordamos? (click aqui). En ella, un grupo de niños escribe una carta a los Reyes Magos pidiendo juguetes, y posteriormente, otra a los padres donde todos tienen algo en común…  piden más TIEMPO junto a ellos.

 

Según el Observatorio del Juego Infantil, el 70% de los padres reconocen que apenas tienen tiempo para jugar con sus hijos, a pesar de que el 60% de los niños informa que lo que ellos prefieren es jugar en familia.

 

¿Mi consejo? Los juguetes tienen su función, ya que estimulan diversas habilidades como la creatividad, el lenguaje, la psicomotricidad… y hay que regalarlos pero, ¿qué ocurre si tienen demasiados juguetes?  Su exceso puede «anestesiar emocionalmente» a los niños… ¿por qué?

 

 

1. Les sobreestimula.  Si reciben más juguetes de los que son capaces de jugar, puede sobrepasarles, por lo que no prestarán atención a muchos de esos regalos y terminarán apartándolos.

 

 

2. ¿Pierden la ilusión?. Quiero esto y lo tengo. Si el niño está acostumbrado a recibir aquello que pide… ¿dónde queda la ilusión?

 

 

3. Poca tolerancia a la frustración. ¿Qué pasa cuando los Reyes Magos no le traen lo que ha pedido? Es cierto que se enfadarán y se frutarán, pero ese aprendizaje es crucial. Desde pequeños tienen que aprender a tolerar esos NO que puedan surgir.

 

 

4. No valoran el esfuerzo que ha podido suponer adquirir ese regalo.

 

 

 

 

Investigando por Internet, he leído en varias publicaciones la regla de los 4 regalos, una forma de «ser sensatos» a la hora de regalar, basándonos en cuatro pautas:

 

 

 

• Algo que realmente deseen: ese juguete que han pedido en su carta y que lleva meses ilusionándoles.

 

• Algo que necesiten: como una mochila nueva para el colegio.

 

• Algo educativo: un libro, una entrada para un museo.

 

• Algo útil: ropa, calzado…

 

 

 

¿Qué os parece?

 

 

Un cariñoso saludo,

 

Feliz Año Nuevo!!!

 

Mercedes Carazo