
Tengo ansiedad
“Tengo ansiedad…” ¿Cuántas veces habremos oído o expresado nosotros mismos este sentimiento?… Es cierto que la ansiedad es una emoción muy común que todos somos capaces de experimentar, pero… ¿realmente conocemos qué es? ¿cuáles son sus síntomas? ¿todos experimentamos lo mismo?
Párate y piensa…. ¿Has tenido últimamente una cita, un examen importante, una entrevista de trabajo…? ¿Tus manos comenzaron a sudar, el corazón te latía deprisa, tu respiración se aceleró…? ¿Aparecieron pensamientos de preocupación como “Seguro que no seré capaz”, “Y si no lo logro, ¿qué pensarán de mi?”…?
Estos síntomas son característicos de la ansiedad, y es que se trata de una reacción adaptativa, normal y transitoria a los acontecimientos de nuestra vida, especialmente ante aquellos que suponen un evento estresante o peligroso. Se acompaña de reacciones corporales tales como la tensión muscular, la sudoración, el temblor, la respiración agitada, el dolor de cabeza, de pecho, las palpitaciones, los “nudos en el estómago”…
La ansiedad es un sistema de activación del sistema nervioso que nos prepara y protege ante un peligro inminente: es lo que se conoce como “respuesta lucha-huida”. Se trata de un sistema primitivo que, ante un estímulo que calificamos como peligroso, activa la amígdala: la cual controla y regula las emociones. Es el centro de identificación de peligro. La amígdala coordina la respuesta a través de la corteza prefrontal, que es la parte pensante del cerebro y la que analiza la información para dar una respuesta adaptativa. También interviene el hipotálamo, responsable de la respuesta física de la ansiedad: se produce un aumento de actividad de diversas funciones corporales, aquellas que nos van a ayudar a reaccionar. Estas reacciones son imprescindibles para la supervivencia.
Sin embargo, en algunas personas esta alarma se activa sin ninguna razón aparente. Los episodios de ansiedad no pasan, se vuelven más comunes y se convierte en un problema que acaba controlando su vida. Padecen un trastorno de ansiedad. Hay muchos tipos de trastornos de ansiedad, y cada uno de ellos presenta diferentes síntomas, pero todos se agrupan en torno a un miedo irracional y excesivo: miedo a tener un infarto, miedo a estar solo, miedo a viajar en avión, miedo a determinadas situaciones sociales… Este miedo en sí mismo es aterrador, y también el miedo a volver a sufrir un ataque de pánico si nos exponemos a ese miedo. Es lo que se conoce como “miedo al miedo”.
Evitación. Es la forma más fácil de impedir que vuelvan a aparecer esas sensaciones tan desagradables, y poco a poco comienzo a eludir actividades, situaciones, o incluso personas que me pueden recordar o exponer a mi miedo. “Es mi carácter…”, “me preocupo por todo”, “soy así, es mi personalidad”, “no puedo hacer nada…”, son algunos ejemplos de justificaciones de personas que consideran que el padecer ansiedad forma parte de ellos y sobrellevan como pueden su ansiedad sin pensar que hay otra opción de afrontarlo y resolverlo.
Pd. Soy fan de los documentales. Nos expresan un aspecto de la realidad contada por expertos. Así que aquí tenéis, en formato audiovisual, uno sobre ansiedad.
Nos vemos pronto!
Mercedes
Q razón tienes!. No puedo auto convencerme de q no tiene solución
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